A lo largo de mi experiencia frente a grupo no me ha sido dificil considerar la parte fundamental del alumno en el acto educativo, pero lo que he experimentado en este curso me clarifica de manera amplia lo que el niño, adolescente o joven puede y debe hacer: entrevistar, recopilar, visitar, editar, redactar, argumentar, debatir, acordar... de modo que su encuentro con la historia lo dinamice y enriquezca.
Ahora mismo, a partir de mis competencias profesionales, he experimentado que es posible enfrentar ciertos retos que tanto a los docentes como a los alumnos nos tiene reservado este siglo XXI.
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