“Todo lo que se cuenta sucede en el tiempo, arraiga en el mismo, se desarrolla temporalmente; y lo que se desarrolla en el tiempo puede narrarse.” (Ricouer, Anàlisis 2000, p. 190).
Me parece interesante lo expuesto en el texto titulado La funciòn narrativa en la educaciòn donde la autora denuncia la exclusiòn que la investigaciòn educativa habìa hecho de la narrativa y expone como ha sido necesario volverla a ver como una forma de conocimiento tan vàlida como el razonamiento lògico-deductivo y demàs.
La narrativa, sin duda, no se ha perdido del todo pues aùn hallamos a los cronistas de las ciudades junto a quienes podemos reconstruir la vida y costumbres de nuestras localidades. Lo importante ahora serìa acercarnos a ellos... escucharlos... preguntarles. ¡Estamos a tiempo!
Ahì tambièn estàn los obreros jubilados, las abuelas y abuelos de los asilos, las tìas mayores, los doctores en retiro, etc.; todos ellos cargados de recuerdos, experiencias y añoranzas, y que estoy segura no dudarìan en llevarnos del presente al pasado de una manera clara y verdadera.
¡Cuantas historias estàn ahì esperando ser descubiertas... ser aceptadas y sobre todos ser eslabonadas a nuestro presente para forjar una vigorosa identidad!
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